La variante de los Montes de León
Las dos variantes esenciales en el trayecto a Santiago corresponden al trayecto entre León y Ponferrada –el cruce de los Montes de León- y el trayecto de Villafranca del Bierzo a Melide.
En ambas variantes, el viajero alemán elige los pasos más sencillos, evitando las subidas por el camino de Foncebadón, que supera los 1500 metros de altura, y por el del Alto do Poio, la mayor cumbre del Camino de Santiago en territorio de Galicia, por encima de los 1300 metros.
Aparte del esfuerzo de las pendientes, ambas zonas son especialmente duras por la climatología en época de invierno
La innovación primera que propone Hermann Künig von Vach en el recorrido hacia Santiago de Compostela, se refiere al trayecto entre León y Ponferrada, y es la relativa al cruce de los Montes de León, que él realiza dando un suave rodeo que evita las montañas.
Se trata del camino de Cerezal de Tremor, el cruce más sencillo que relaciona las cuencas hidrográficas del Miño-Sil y del Duero, y que evita la subida al duro puerto de Foncebadón.
Desde la vega del Tuerto, en el entorno de Astorga, al puerto de Foncebadón hay una pendiente continua para pasar desde los 840 metros sobre el nivel del mar a 1510 (+ 670 metros), en tanto que si el camino se hace por la ruta descrita por Künig, desde el valle del Tuerto, en el entorno de Cogorderos, hasta la bajada al valle del Tremor se sube de los 880 metros hasta algo más de los 1100, aproximadamente, lo que da una subida de un poco más de los 200 metros, por medio de un paisaje muy poblado, dulce y ameno.
Por esto, Künig advierte al lector que “evite Rabanal” (el puerto de Foncebadón). Y propone que hacia la mitad de la ruta entre León y Astorga (Storges) se tome el camino de Santa Marina del Rey. (Sanct Maurin).
Santa Marina del Rey es una localidad que en el tiempo de Künig tenía gran vitalidad peregrina, contaba con dos hospitales y era la más importante villa del valle del Órbigo leonés.
El monje alemán pudo tomar este camino en las cercanías de la Milla del Páramo o en San Martín del Camino, para pasar por Santa Marina y cruzar allí el Órbigo. En la orilla opuesta está Benavides, desde donde la vía pasa a la Cepeda. Hay constancia también del vigor peregrino de Benavides. Así se testifica, por ejemplo, en un memorial dirigido en 1544 por el concejo de la villa a Carlos I, donde se demanda ayuda para arreglar los pontones. También en el Catastro de Ensenada, se cita un hospital en el lugar, que colabora con los de Santa Marina.
Künig afirma en su libro que en su recorrido, Astorga queda a tres meilen a la izquierda, es decir, algo más de 12 kilómetros. En base a esta medida se puede precisar que Künig cruza el valle del Tuerto por Cogorderos, Villamejil o Castrillos de Cepeda.
A partir de aquí, y por los datos que da (las montañas quedan a la izquierda) utiliza el paso más bajo existente para entrar en el Bierzo, por el valle de Tremor. Se trata de la bajada desde Brañuelas a Cerezal de Tremor, lugar de honda tradición jacobea desde la Edad Media, ahora deshabitado, en cuya geografía se descubren las ruinas del antiguo convento franciscano que pervivió hasta las desamortizaciones.
Desde el valle del Tuerto hay en realidad dos líneas paralelas de acceso a Cerezal de Tremor. Por las dos se accede sin subir montañas; por ambas hay constancia del flujo de peregrinos y en ambas vías las montañas quedan a la izquierda, como advirtió el monje.
Una es el paso al valle del Porcos, subiendo por el territorio del señorío de Valdemagaz. La segunda consiste en ascender por la calzada del Tuerto hasta Sueros, tomando luego dirección oeste, hacia Culebros, para alcanzar por Villagatón y Brañuelas y descender a Cerezal
Habría también una tercera alternativa y sería la de pasar desde Villamejil en dirección NO hasta la Venta de Adrián, desde donde se seguiría por la calzada de Villagatón. Esta ruta es fácil y la más corta, aunque no parece concordar con el texto de Künig que habla de la existencia de pueblos seguidos uno de otro.
Superado el paso de los montes de León, sin pasar montañas, Kunig continuaría por La Ribera y Albares hacia Bembibre, San Román de Bembibre y de allí, por San Miguel de las Dueñas, accedería a Ponferrada.
En la actualidad, las rutas están en buen estado, salvo la bajada de Cerezal que es de tierra y no es practicable para automóviles, salvo vehículos todoterreno.
En todo el trayecto hay numerosos puntos de asistencia para los viajeros. Bares y restaurantes en muchas poblaciones, al igual que casas rurales hoteles y pensiones, así como campings en Santa Marina, Benavides, Villamejil, Bembibre y Ponferrada.