Desde el entorno de la iglesia de San Xoán de Noceda, se contempla el verdeante valle de cabecera del rio Navia. Imagen de Tomás Alvarez
Por Tomás Alvarez
En una ladera del valle del río Navia, cuyas aguas desembocarán en la ría asturiana del mismo nombre, y a la vera de la autopista que une Madrid y La Coruña -la A-6- se halla la freguesía de San Xoán de Noceda; perteneciente al ayuntamiento de As Nogais (Lugo).
Son varios núcleos pequeños dispersos que integran esta freguesía de la cabecera del valle del rio Navia. Entre ellos destaca Noceda, en el antiguo Camino Real que unía Lugo con Villafranca del Bierzo, por donde pasaría, sin duda, Hermann Künig en el final del siglo XV.
El paisaje, en el sur de los ancares lucenses, es montuoso y verdeante y los campos poseen más hermosura que productividad; esto incide en la despoblación de este lugar que antaño alcanzó el título de villa y fue cabeza de un señorío.
Tierra bella y solitaria
La perdida de vigor demográfico viene de lejos. En el diccionario geográfico de Pascual Madoz, publicado en 1845, se indica que la freguesía de San Xoán de Noceda estaba habitada por 686 almas y a la escuela concurría un centenar de niños; cuando en la actualidad el censo total de población de la misma apenas alcanza los doscientos habitantes, de ellos 44 en Noceda (Datos del INE 2019).
En la citada documentación de Madoz, se recuerda que hace dos siglos pertenecía al ayuntamiento de Doncos, y se explica que en sus campos montuosos se producía centeno, heno, trigo, patatas, legumbres, nabos, avena y pastos. También se criaba allí ganado vacuno, lanar, cabrío y de cerda. “Hay – agrega- caza de perdices, corzos y jabalíes y se pescan truchas exquisitas”.
En general, la población comarcal se dedica en la actualidad a la agricultura en explotaciones pequeñas y minifundistas. Patatas, hortalizas y cereales son sus cultivos habituales.
La sólida iglesia de San Xoán de Noceda, en Lugo, cuenta con tres naves. Imagen de Tomás Alvarez
Un balcón sobre la cabecera del Navia
En Noceda, a la altura del kilómetro 440 de la nacional VI, se halla la iglesia parroquial, desde cuya ubicación hay una amplia vista del valle de cabecera del Navia. El río nace cerca de Piedrafita del Cebreiro y muere en el Cantábrico, tras recorrer unos 160 kilómetros.
El templo rectangular tiene tres naves. Lo más llamativo del mismo es la sólida torre central, con cuatro tramos, el superior más estrecho y achaparrado que los anteriores. En su base se halla la puerta de acceso a la iglesia.
Para el viajero que viene por la autopista A-6 desde Lugo en dirección al Bierzo, la imagen de este templo, dominando un pequeño cerro, e iluminada al atardecer, resulta realmente atractiva.
El palacio señorial de Noceda, aún muestra la calidad de sus piedras. Imagen de Tomás Alvarez
El antiguo palacio señorial de Noceda se halla ante la iglesia, al lado opuesto de la calle. El edificio a lo largo de los siglos ha sufrido diversas reformas perdiendo la torre que tenía. Más tarde el trazado de la carretera Nacional VI, obligó a una nueva remodelación, en la que perdió otra parte de su estructura original.
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