PAlacio otero escarpizo

Palacio de los Escarpizo, en Otero de Escarpizo, donde el río Porcos se incorpora al Tuerto. Imagen de Tomás Alvarez.

Por Jose María García Alvarez

Vamos a hacer un recorrido por los caminos y los pueblos del Porcos, un río que no es fácil encontrar en los mapas, no sólo por ser corto y de escaso caudal, sino porque aparece frecuentemente con otros nombres. 

En mapas y documentos se le ha denominado como: Brañuelas, Tuerto, Porquera, Porquero y con el nombre que, actualmente se ha impuesto, río Porcos.

Recoge las aguas de los Montes de León, desde unas alturas algo superiores a 1300 metros, en las estribaciones norte y este del puerto de Manzanal y de los montes de Brañuelas y Villagatón. Estas se juntan en Valbuena y discurren en dirección sur hasta Otero de Escarpizo.

Poco después se une al río Tuerto, a una altura de 876 metros; no sin haber aumentado su caudal con las aguas de dos afluentes procedentes de la vertiente sur del puerto de Manzanal.

Por los caminos

Con una superficie de cuenca de unos 100 Km. cuadrados, el Porcos tiene una aportación anual media de más de 50 Hectómetros cúbicos; con un caudal medio de unos 1,7 metros cúbicos por segundo.

Hasta Otero de Escarpizo llegaba el Camino Real. Este salía de Astorga y, pasando por Brimeda, continuaba por la margen derecha del río hasta el llamado Castro del Rey Magarzo; antes de bajar al actual pueblo de Magaz.

En Magaz se bifurcaba: hacia  el oeste, por los lugares de Benamarías y Vanidodes; y también hacía el norte por las cercanías de Vega de Magaz,  Zacos, Porqueros, Villagatón, Valbuena y Brañuelas. Fialmente abandonaba la cuenca del río, bajando al Bierzo camino de Cerezal.

Por Otero y Perales

Asimismo, en Otero existía una bifurcación. Cruzando el río Porcos, se alcanzaba al antiguo pueblo de Perales, para subir a la elevada meseta que separa los valles del Tuerto y del Porcos por el todavía conocido “Camino Ancho”. Este transcurre recto en dirección norte, hacia la Cepeda Alta. Desde él se baja o sube a cada uno de los pueblos de ambos valles. Este camino era el utilizado por los ganados de la  trashumancia en sus anuales viajes a nuestra montaña; por lo que La Mesta tuvo varios pleitos con los pueblos de la jurisdicción de Valdemagaz.

Desde el Camino Ancho, partía otro que utilizaban los vecinos de Valdemagaz para encaminarse al valle del Órbigo y a León.

En los siglos XVII y XVIII Otero de Escarpizo era una villa en la que residía el señor de su jurisdicción. En la actualidad se conserva su blasonado palacio; bien restasurado. Este espacio es utilizado ahora como museo, archivo y centro de reuniones y divulgaciones de La Cepeda.

Magaz

En el año de 1023, Pedro Pinioliz y su esposa Velasquita fundan en Magaz el monasterio de San Salvador y San Dictino.

Durante varios siglos, el actual pueblo de Magaz de Cepeda estuvo dividido en dos distritos. Uno se  conocía como Barrio de Magaz, con jurisdicción propia del señor de Barrio, y otro denominado Magaz en el que residía la justicia del antiguo señorío de Valdemagaz. Este abarcaba los lugares de Porqueros, Zacos, Vega de Valdemagaz, Magaz, Benamarías y Vanidodes. Finalmente el señorío de Barrio fue anexionado al de Valdemagaz y el pueblo quedó unificado.

Mucho antes, el primitivo pueblo de Magaz estaba en un alto cerca del Castro, donde también destacaba su Iglesia de San Julián. Esta, continuó siendo la parroquia cuando el pueblo ya estaba en la ubicación actual, donde se había levantado la ermita de San Martín.

ceramica castro magaz

Pieza de barro con inscripciones hallada en el Castro de Magaz, en una exploración realizada hace varias décadas. Imagen de Tomás Alvarez

La iglesia de San Julián.

El cura y el mayordomo de la iglesia demandaron al señor de Valdemagaz a causa de que éste rehusó la ayuda que le habían requerido para reparar y ampliar dicha ermita.

El caso generó una interesante y voluminosa documentación que finalizó cuando la reina Doña Juana dictó sentencia a favor del señor de Valdemagaz.

Un vecino de Benamarías llamado Mateo, testificó en Astorga por la parte de D. Diego. Entre otras cosas dijo que la iglesia parroquial y matriz de Magaz siempre fue la que se titula de San Julián que está distante de dicho lugar como de esta ciudad de Astorga al convento de Santa Clara; ubicada en un alto donde siempre estuvo la custodia del Santísimo Sacramento.

San Julian… y san Martín

Allí se enterraba a los difuntos, estaba la pila bautismal, y allí resonaban las campanas por ser grandes y estar la iglesia en un alto. La gente de aquel paraje confiaba en ella contra los truenos y temporales. A la iglesia acudían los vecinos de Magaz a misa mayor en los días festivos y a la mayoría de los ritos que en ella se celebraban.

Tambien afirmó que la de San Martín era sólo ermita; en ella nunca se enterró ni bautizó ninguna persona, ni se dijo misa los días de fiesta; a no ser que a causa del mal tiempo, por la nieve o frío, no se pudiera subir a la iglesia antigua.

La iglesia de San Julián dejó de ser parroquia hacia 1670, Paulatinamente fue abandonada hasta que cien años después, ya arruinada, la iglesia de Magaz subastó el terreno después de vender la piedra y la madera. Debería estar ubicada en la parte alta del teso situado al sur del barrio de la cuesta.

Vega de Magaz

El primitivo pueblo de Vega de Magaz también estuvo ubicado en el Castro de la Iglesia Caída, a unos 954 metros de altitud; 50 metros más alto que el pueblo actual. Así lo confirman las tradiciones orales y los vestigios escritos en los libros parroquiales y en otros protocolos históricos.

De la misma manera que Magaz, el pueblo de Vega se trasladó del castro a su ubicación actual. Sin embargo, los vecinos continuaron asistiendo a los oficios divinos que se celebraban en la antigua iglesia de Nuestra Señora del Castro. En ella también enterraban a sus difuntos. No obstante los vecinos  construyeron en el valle la pequeña ermita de Santa Catalina; donde sólo se oficiaba el culto cuando las condiciones atmosféricas dificultaban subir al castro.

Durante muchos años los vecinos fueron ampliando la ermita hasta convertirla en iglesia; al mismo tiempo se fue abandonando la antigua iglesia de Nuestra Señor del Castro, que resistió hasta el siglo XIX, porque también era venerada y recibía donaciones de los pueblos contiguos.

Vega de Magaz

Vega de Magaz, en primavera, desde el pago de el Cutillo. Imagen de Benito Alvarez

Zacos

Al referirnos a Zacos queremos informar por primera vez de la fecha de la construcción de la ermita de la Vera Cruz, tan venerada en dicho lugar. Según consta en un documento datado el 3 de marzo de 1641:

“Los vecinos de Zacos decimos de hacer una Vera Cruz abajo al lado del camino real que va por los lugares de Vanidodes, Benamarías, Magaz, Vega y otras partes; la cual esté preparada para que en ella se pueda decir misa y celebrar el culto divino y en su altar poner las insignias que para ello tenemos hechas y están en la iglesia parroquial de Santa Marina de este lugar. Y para obtener la licencia que esperamos de su señoría El Obispo de este obispado para hacer la ermita y que en ella se diga misa y se pueda celebrar el culto divino y nos mueva a nosotros como a los forasteros y demás vecinos a hacer este lugar de devoción, acudimos a su eminencia para que nos conceda la licencia”.

Los vecinos donan ciertas fincas para el mantenimiento de la ermita y -además- escrituran las ordenanzas por las que debe regirse tanto la ermita, como la cofradía de La Vera Cruz.

Un sagrario valioso

El inolvidable cura de Zacos Mariano Enríquez, dejó escrito acerca del sagrario de dicha ermita, entre otras cosas:

“Es tal el panorama que se descubre mirando su interior que el observador queda sorprendido y asombrado al hallarse ante un hermoso templo lleno de naves y columnas sin fin parecido a la mezquita de Córdoba, por el efecto que forman la reflexión de los espejos por estar unos enfrente de otros”. Añade que debió de haber sido donado por algún obispo, señor de mesnadas de guerra o descendiente de casa de armas.

Zacos, un curato deseado

Dado que, lo mismo que D. Mariano, todos los que lo hemos visto nos preguntamos cómo y porqué ha llegado este sagrario a Zacos, quiero transcribir un recibo firmado por José Del Campo de una compra realizada por el cura de Zacos José Benito Díaz Somoza en el que se dice:

“Como  testamentario de D. Felipe Pérez Gómez, difunto magistral de esta catedral de Astorga, he recibido del señor cura párroco de Zacos 700 reales de vellón, importe del retablo y altar con las sacras, crucifijo y candelabros del oratorio particular de dicho magistral que el referido párroco compró a su defunción; y para que le sirva de descargo de sus cuentas parroquiales le doy este recibo que firmo en Astorga a 14 de junio de 1871”.

El curato de Zacos era muy deseado por cuanto percibía los preciados diezmos de los lugares de Vega y Zacos. Zacos era un pueblo rico como lo demuestra el hecho de tener, en el año de 1775, dos pendones: uno nuevo de tres paños de damasco carmesí, dos de color verde  y otro pendón viejo.

camino nevado en zacos

Camino nevado, en el monte de Zacos. Imagen de Balbino de la Calzada.

Porqueros

Aguas arriba de Zacos nos encontramos con Porqueros, antiguamente situado en un altozano pegado a la margen derecha del Porcos, seguramente nacido de los habitantes del castro situado al otro lado del río, muy cerca, pero a casi a 1.000 metros de altura .

El actual pueblo esta ubicado a una altitud de unos 965 metros y conserva en su iglesia dos reproducciones nobiliarias de los señores de Valdemagaz; las mismas que estuvieron, por lo menos, en las iglesias de Zacos y Benamarías y que, seguramente, fueron retiradas después de la abolición de los señoríos.

En el documento en el que el infante Juan de Aragón dona La Cepeda a doña Isabel de Rojas este pueblo aparece con el nombre de Valporquero. Sin embargo, posteriormente, durante varios siglos siempre esta escrito con el de Porquero.

En realidad Valporquero es coherente con el valle del Porcos y algunos dicen que así podría llamarse todo el señorío que, sin embargo  obedece al de Valdemagaz.

Casa de techo en porqueros

Porqueros, casa con techo de bálago. Imagen de Balbino de la Calzada.

El efecto del ferrocarril

A pesar de que el ferrocarril llegó a Brañuelas en el año de 1868, la estación de Porqueros no se construyó hasta el de 1919. Se realizó por exigencias técnicas. La gran demanda y producción de carbón necesitaba arrastrar más cantidad y las 15 milésimas de pendiente entre Vega y Brañuelas impedían a las locomotoras transportar más de 350 toneladas, cuando en dirección contraria conseguían 1.200.

Además de reducir vagones para subir, y  añadir una locomotora más, el recorrido entre Vega de Magaz y Brañuelas era relativamente largo y ocasionaba problemas de cruzamientos y estacionamientos de vagones.

Con la nueva estación el pueblo se extendió por la vertiente izquierda del río Porcos, donde nacieron numerosos negocios y alguna fábrica. Pero la estación también cambió el nombre del pueblo que lo tomó del que le puso la compañía ferroviaria: Porqueros. Y casi lo mismo sucedería al denominar a la estación Vega-Magaz en lugar de Vega de Magaz. No puedo dejar de mencionar que he leído un documento en el que se asegura que en este pueblo de Porqueros murió y está enterrado el secretario del Marqués de la Ensenada.

Camino a Valbuena

El camino sigue hacia el norte hasta la localidad de Valbuena de la Encomienda. Su nombre ya relaciona este lugar con la Orden de los Hospitalarios de San Juan y también le da conocida antigüedad puesto que, sin entrar en sus orígenes, sabemos que era uno de los pueblos que pertenecían a dichas orden y encomienda.

En el año 1192 los monjes Hospitalarios de San Juan se establecieron en la cima del estratégico cueto de San Bartolo, a 1.322 metros de altura, para proteger y vigilar a los peregrinos que caminaban a Santiago por los extensos espacios que domina su cumbre. Y unos años después también se adueñaron del castro de Vega de Valdemagaz y de otras zonas del Valle del Porcos.

Los monjes abandonaron el monasterio y la capilla del cueto en el siglo XVIII, aunque su patrimonio continuó administrándose por La encomienda desde Hospital de Órbigo.

Tierra de aguas

Valbuena está en un pequeño altozano a unos 1.015 metros de altura sobre el nivel del mar, cuya base toca el río Porcos en su camino norte sur y justo donde recibe por el oeste un afluente procedente de Ucedo y por el este el que viene de Villagatón.

Tantos regatos dieron lugar a la construcción y explotación de numerosos molinos. Hay mucha constancia de sacerdotes, escribanos y otras personas pudientes de Requejo y otros lugares cercanos que eran dueños de molinos en el río de Balbuena.

Villagatón

Villagatón es conocida por su nombre sonoro, la tradición y porque el historiador Sánchez Albornoz aseguró que fue fundado por el conde Gatón y el obispo Indisclo, cuando subieron desde el Bierzo a la meseta en el año de 853 para repoblarla. Sin embargo hoy se ha traducido el sentido de repoblar por el de organizar, legalizar y, en especial, de la propiedad y los correspondientes impuestos, tanto los concernientes a la monarquía como a la iglesia. De hecho nada más llegar a Astorga el obispo Indisclo se atribuyó la propiedad de muchas de las tierras que lindan con nuestro río Porcos, lo que ocasionó un largo litigio en el que se fundó dicho historiador para justificar sus teorías.

Si bien existió un castro muy cerca de Villagatón, lo que nos podría inclinar a pensar que ya estaba habitado, es muy creíble que escogieran este lugar, que a pesar de estar a 1018 metro de altitud, resultaría tan abrigado y apacible para descansar de tan largo viaje. Y, por otra parte, el hecho de haber escogido este camino demuestra que ya era muy utilizado para transitar entre la meseta y el Bierzo.

Villagatón pila bautismal

Pila bautismal gótica de la iglesia de Villagatón. Imagen de Tomás Alvarez

La presa

Villagatón también es muy conocido por su presa; esta ha estado embalsando y desembalsando agua durante muchos años; sin ton ni son. Mientras, algunos pueblos cercanos y el propio río la han necesitado durante los meses de estío.

La presa recoge las aguas de unos 15 kilómetros cuadrados de una cuenca en la que la precipitación media anual es de más de 900 litros por metro cuadrado: Esta pluviosidad proporciona al embalse algo más de 7 millones de metros cúbicos de agua cada año, lo que supera con creces su capacidad de embalse.

Y Brañuelas

Finalmente el último poblado que bañan los afluentes del Porcos se llama Brañuelas. Ubicado a 1080 metros de altitud, su nombre deriva de lo que fue: una braña alta de pastos veraniegos semidesierta durante los inviernos.

Sin embargo, el lugar no surgió con el auge del ferrocarril y la minería del carbón, puesto que muchos años antes ya era un pueblo habitado todo el año.

Desde el año de 1718 consta en los libros parroquiales que Manuel Fernández era sacerdote del lugar de Brañuelas y que él y después otros sacerdotes bautizaron, casaron y dieron sepultura a unas cuantas personas que vivían y tenían casa en dicho lugar; aunque algunas de esas casas eran pajizas.

mapa cerezal

Caminos entre Brañuelas y Cerezal de Tremor, en un mapa del I.G.N.E., de la primera mitad del siglo XX.

Conflictos entre pueblos

Asimismo hemos constatado en un escrito notarial que, en el año de 1746, un vecino de Brañuelas, llamado Pedro Cabeza, declara que en el pasado año de 1745 los vecinos de Almagarinos llevaron de su ganado y rebaño cinco machos cabríos, por lo que fueron demandados ante el Adelantamiento de León.

Y, en el año de 1725, los 27 vecinos de Tremor de Abajo y su barrio de Cerezal dan un poder ante la Chancillería de Valladolid y el Adelantamiento de León para que se querellen y acusen a varios jóvenes y al juez pedáneo de Brañuelas por haber cortado madera mayor y menuda de la Dehesa Real. A l día siguiente hubo un enfrentamiento. Los de Brañuelas, armados con piedras y garrotes y tocando a rebato las campanas, molestaron a los hombres del concejo de Tremor. Peligró la vida de cinco de estos últimos.

Al realizar este recorrido por los pueblos del valle del río Porcos hemos podido constatar que todos tienen una antigüedad considerable. Son muy anteriores al año en el que pasó por aquí el famoso monje alemán Kunig.

Una suave subida

Asimismo hemos podido constatar cómo el camino ha subido, paulatinamente, desde lo 876 metros hasta los 1080 de Brañuelas quedando sólo un pequeño trecho para descrestar hacia las tierras bajas de la hoya del Bierzo, y bajar hacia Cerezal de Tremor.

Por otra parte, si miramos los mapas antiguos notamos como están surcados por innumerables caminos. Hemos de suponer que la mayoría de ellos tendrían la misión de conducir a las personas, carros y rebaños a las fincas particulares y comunales de cada localidad; otros se utilizarían para comunicar los primeros núcleos humanos, quizás, tal como lo hemos realizado en esta redacción, circulando desde Otero de Escarpizo hasta Brañuelas, con ligeros  zigzagueos,  pero sin perder el norte y  pasando por los sucesivos castros.

No hace mucho han nacido las carreteras que, en algunos casos, han dejado obsoletas las antiguas veredas y han separado regiones que siempre habían estado muy relacionadas. Recientemente, con las concentraciones parcelarias se han borrado la mayoría de los antiguos caminos y han creado otros muy diferentes.

Y el Camino de Hierro, paralelo al Porcos

Y, a finales del siglo XIX, por el valle del Porcos se construyó un sorprendente camino de hierro que no respetó los anteriores y en algunos casos los anuló; así ocurrió con el que discurría por el valle, y paralelo a la margen izquierda del río Porcos, entre Otero y Magaz.

Además, este camino, que alteró los pueblos y las costumbres de muchos de sus habitantes, estaba diseñado en parte por el mismo itinerario por el que pudo transitar Kunig hasta el convento de Cerezal.

En Valdemagaz nadie podía sospechar el impacto que supuso el ferrocarril. Aún hoy nos podemos preguntar ¿quien podría suponer que, entre los años de 1868 y 1908, en mi pueblo de Vega vivirían casi cien personas que habían nacido en alejadas provincias y media docena en el extranjero? …Y sin contar las que habitaron en los de Magaz y Zacos.

León 29 de junio de 2020