El camino vacío

Los caminos hacia Compostela están vacíos esta primavera, por la pandemia del Coronavirus. Imagen de Tomás Alvarez

El Camino de Santiago, que en primavera comenzaba a hervir de animación, está ahora vacío por la epidemia del Coronavirus. Las expectativas para este año son pesimistas.

El Camino hacia Compostela mantiene tradicionalmente un flujo constante, aunque reducido en invierno. Durante enero, febrero y marzo, es más solitario, pero con presencia de viajeros de fuera de España: coreanos, alemanes e italianos principalmente.

Llama precisamente la importante afluencia coreana en estas épocas duras de climatología, aunque este año la epidemia tambien ha sido dura en Corea, y la peregrinación ya se estaba resintiendo.

El flujo viajero siempre se reanima en primavera, y se torna intenso en  la Semana Santa. Esta en un periodo que anuncia el aluvión de peregrinos de los meses estivales.

El Camino vacío, los albergues cerrados.

Pero ahora, con el coronavirus haciendo estragos en muchos países, y con España en Estado de Alerta, la ruta ha quedado en la soledad

Esa soledad se palpa en la plaza del Obradoiro, el monumental espacio que antecede a la catedral de Santiago de Compostela, habitualmente animado por viajeros de múltiples países.

La animación de los templos compostelanos, albergues, locales de restauración y venta de recuerdos se ha trocado en silencio, y en un vacío preocupante y temeroso.

Recién conocido el Estado de Alerta, Luis Gutiérrez, presidente de la Federación de Asociaciones de Amigos del Camino de Santiago, hizo un llamamiento a los peregrinos para que no continuaran adelante.

Otras autoridades políticas y religiosas secundaron la misma petición, a la par que los establecimientos de acogida, tanto públicos como privados, se cerraban.

Los peregrinos más desinformados, localizados en algún lugar del Camino, fueron atendidos en puntos de emergencia o casas privadas y emprendieron luego el retorno.

recuerdos compostelanos

El bullicio de los lugares de atención al peregrino, albergues, templos o tiendas de recuerdos, se ha trocado en silencio y soledad.

Semana Santa sin peregrinaje

Esta situación ha afectado a todas las rutas. Recientemente, la Voz de Galicia, analizaba las pérdidas que se avecinan ante el colapso viajero en la Semana Santa.

“Tomando como referencia los datos de ocupación del 2019, se esperaba que por el Camino Portugués pasasen cerca de 12.000 peregrinos a lo largo del mes. Ahora ese contador quedará a cero y las pérdidas para el sector se acercan al medio millón de euros en abril”.

Tino Lores, presidente de la Asociación de Amigos del Camino Portugués señalaba en el artículo que el gasto por peregrino y día es de 40 euros y “Si en Semana Santa colgabas el cartel de completo, en verano la ocupación sería del 80 por ciento”.

En el último año, el flujo portugués había superado todas las previsiones al alcanzar los 96.500 peregrinos, merced al fuerte incremento del Camino por la costa. Fueron 15.000 viajeros más que el año anterior.

Ahora, pervive una tímida esperanza. El Camino podría volverse a reactivar al inicio del verano. Aún así, las sombras alcanzan al Año Santo 2021.