el puente del diablo, cerca de Einsiedeln

Puente del Diablo, en invierno. Imagen de Tomás Alvarez

 

El famoso Puente del Diablo (Tüfelsbrugg o Teufelsbrücke) al que alude el viajero alemán Hermann Künig en el inicio de su guía de viaje a Compostela está en las cercanías de la localidad de Egg, en el municipio de Einsiedeln, cantón suizo de Schwyz.

Este se halla sobre el río Sihl, en las faldas del monte Etzel, cercano a la orilla del lago de Zurich. Es un punto famoso del llamado Camino Suabo de peregrinación (Schwabenweg).

El Camino Suabo reúne el flujo peregrino del sur de Alemania, la antigua Suabia, en Constanza. Prosigue desde allí hacia el sur, hasta Rapperswil, donde se cruzar el lago de Zurich, continuando luego hasta Einsiedeln, el gran centro de peregrinación suizo. En este último tramo hay que atravesar un puertecillo (el Etzelpass) y el puente sobre el rio Sihl (Tüfelsbrugg o Teufelsbrücke).

El camino Suavo tuvo gran importancia desde la Edad Media por eso el abad Gero von Frohburg ordenó en el siglo XII la construcción del primer puente, de madera, que fue renovado varias veces en los siglos siguientes. El actual es de piedra, y obra básicamente del siglo XVIII.

Muy cerca del puente hay una capilla en el lugar donde inició San Meinrad  su vida eremítica. Por eso Kunig recuerda en su guía que antes de cruzar el puente se detenga en ese lugar y haga una oración, “para evitar el infortunio” en el largo viaje que tiene el peregrino por delante.

En enclave solitario y montañoso, al lado del puente había una casa en la que en 1493 nació Theophrastus Phillippus Aureolus Bombastus von Hohenheim, mundialmente conocido como Paracelso.  Una placa recuerda aquel hecho en una edificación moderna situada en la boca del estrecho puente.

Por Tomás Alvarez