Por Tomás Álvarez
La Guía de Hermann Künig coincide en la gran medida con la vía Turonense, al describir un recorrido de regreso desde Compostela a Aquisgrán, itinerario denominado como Niederstrasse o Camino Bajo.
La definición clásica de las vías peregrinas galas se asienta en el texto del Códice Calixtino: Son cuatro los caminos a Santiago que en Puente la Reina, ya en Tierras de España, se reúnen en uno solo. Va uno por Saint-Gilles, Montpeiller, Toulose y el Somport; pasa otro por Santa María del Puy, Santa Fe de Conques y San Pedro de Moissac; un tercero se dirige allí por Santa Magdalena de Vézelay, por San Leonardo de Limoges y por la ciudad de Périgueux; marcha el último por San Martín de Tours, San Hilario de Poitiers, San Juan d’Angély, San Eutropio de Saintes y Burdeos.
Esta última vía, la Turonense, se suele describir como el itinerario que arranca de París (tour Saint–Jacques), para seguir por Tours y Burdeos hacia Roncesvalles, aunque desde el final de la Edad Media hasta el XVIII el recorrido más popular fue el que entraba a España desde Bayona.
Hermann Künig en la vía Turonense
Era muy habitual que desde Bayona los peregrinos avanzasen hacia Burgos, pasando por el famoso Túnel de San Adrián, Vitoria y Briviesca. Son caminos con dos milenos de historia, reflejados en diversas crónicas viajeras. Aparece esta ruta, asimismo, en los cantares y poesías de los peregrinos.
En el relato de la Niederstrasse o Camino Bajo, Hermann Künig cita dos rutas para enlazar Bayona con el Camino Francés: una desde Burgos y la otra desde Pamplona.
Luego, el recorrido de la Niederstrasse descrito por el monje alemán avanzará por las Landas, Burdeos, Tours, Blois, Orleans hacia París, la via Turonense.
La fama de San Martín de Tours
La razón del esta denominación (turonense) deriva del prestigio de Tours, urbe galorromana de la que fue obispo san Martín. Este murió en el año 397 en uno de sus viajes de evangelización, pero fue trasladado Tours, donde se erigió una capilla en torno a sus restos mortales.
La fama de santidad de san Martín hizo que pronto se erigiese una basílica, centro de peregrinación para todo tipo de gentes, entre ellas diversos reyes y cinco papas.
Las Guerras de Religión fueron desastrosas para el centro religioso. La Revolución Francesa, más tarde, acabaría con aquel complejo románico que, con sus cinco torres, dominaba la geografía urbana de Tours.
La Guía de Künig cita como continuación del recorrido de la Niederstrasse el paso por Amiens, Arrás, Bruselas, Lovaina, Maastricht y Aquisgrán.
Una aportación clave para definir las rutas europeas
Aunque la descripción de la Niederstrasse es aún más sintética que la de la Oberstrasse, esta aportación de Künig tiene mucho interés porque define una vía importantísima de peregrinación.
Aquisgrán está muy cerca de Colonia, ciudad donde se hallaban las reliquias de los Reyes Magos, gran centro medieval de peregrinación. En este entorno confluían los peregrinos que venían de la costa del Báltico y Escandinavia, del norte de Alemania, y los que avanzaban desde Polonia por Leipzig, Erfurt y Eisenach.
A esta vía se irían añadiendo en su avance hacia el sur los viajeros de los Países Bajos y Flandes, para nutrir el gran flujo que continuaría hacia Tours y Compostela.
Künig, con la descripción de la Oberstrasse (desde Einsiedeln), nos muestra el itinerario utilizable para el gran flujo de peregrinos de Europa Central, flujo que complementa con el de la Niederstrasse.
Entre una y otra vía se muestra el esquema básico de los flujos peregrinos de la Europa continental; algo que no describe el Código Calixtino.
En el transcurso de su relato, el monje alemán perfilará aun más ese esquema con otras indicaciones sobre el acceso a la Lorena y Alsacia.
Deja tu comentario