torre salvaje romont

La Tour du Sauvage, en Romont, Suiza. La villa está fortificada desde el siglo XIII. Imagen de https://www.romont.ch/

Por Tomás Alvarez

Pasado Friburgo, Künig aconseja al peregrino continuar por el camino de Romont (Reymond, en la guía del monje) en su camino hacia Lausana y Ginebra.

Romont, cuyo nombre deriva del latín (monte redondo), ocupa una colina a unos 25 kilómetros al suroeste de la ciudad de Friburgo, a cuyo cantón pertenece en la actualidad.

Parece que el lugar fue fundado el siglo X y fortificado en el XIII por el conde de Saboya, que construyó un castillo y rodeó la villa con murallas. En aquel siglo se construyó también en su cercanía un convento cisterciense y una colegiata gótica, dedicada a Nuestra Señora de la Asunción, ambos edificios de interés en especial por sus vidrieras.

Un lugar apacible

Romont, a 730 metros de altitud sobre el nivel del mar, tiene unos 5.000 habitantes y es un lugar apacible que nos  recuerda un pasado más violento, en el que resultaban necesarias sus torres y muros defensivos.

El centro urbano domina desde la colina el entorno ondulado y verdeante. La población es también agradable para el viajero, por sus cuidadas calles y edificios señoriales.

Romont, en Suiza

Estampa orgullosa y apacible de Romont, Imagen de Switzerland Tourism/Lea Meienberg

Cuando Hermann Künig pasó por allí, la zona estaba asolada, a causa de los conflictos de la Guerra de Borgoña (1474 a 1477). La huella de aquellas luchas se detecta en el texto del monje alemán.

En efecto, el monje servita de Vacha nos dice que el cercano pueblo de Moudon estaba en estado ruinoso; se sabe también que el propio Romont fue incendiado por los confederados suizos en 1476, tras la batalla de Morat.

El tránsito entre los siglos XV y XVI fue un tiempo violento. Las luchas políticas y los disturbios derivados de las diferencias religiosas (implantación de la Reforma) motivaron un auténtico terremoto en el mapa de la región.

Pocas décadas más tarde del paso de Künig por Romont, la villa dejaría de ser de Saboya; pasaría a depender de Friburgo, tras una invasión del País de Vaud por los berneses, en el proceso de formación de la Confederación Helvética.

Romont y las vidrieras

La población, situada en la línea de comunicación entre Lausana y Friburgo, conserva un casco urbano bien cuidado. Posee un interesante patrimonio histórico y religioso medieval, así como excelentes casas burguesas. En el lugar hay un museo de las vidrieras.

El Vitrocentre Romont y el Vitromuseo, abierto este en 1981, en el Castillo, hacen de Romont uno de los lugares clave de Suiza en esta materia.

En la Oficina de Turismo (Rue du Château) informan al visitante de los diversos puntos del entorno para conocer el mundo de las vidrieras. Hay una ruta específica para ello.

Página de la Ville de Romont