Basilea es una de las principales ciudades de Suiza, con una enorme tradición cultural que irradiaba sobre todo su entorno, tanto germánico como francés; y muy especialmente sobre el tramo medio del Rin. También fue un desde la antigüedad punto de paso de peregrinos del Camino de Santiago.
Por Tomás Álvarez
Esta es una zona de gran vigor histórico. Muy cerca de la ciudad aún se pueden ver las ruinas de Augusta Raurica, ciudad romana que fue centro comercial de este territorio; hasta que la presión de los bárbaros acabó con su vocación mercantil y el puente de piedra que comunicaba las dos orillas del Rin. Ese valor comercial lo heredaría en la Edad Media Basilea, donde se hallaba un puente de madera sobre el río; el único que comunicó durante mucho tiempo ambas orillas, desde el lago de Constanza a la desembocadura.
Ciudad libre del Sacro Imperio
En la Edad Media, Basilea también tuvo una gran importancia religiosa, bajo la autoridad del obispo. El escudo de la ciudad sigue portando el báculo episcopal, pese a que desde 1529 la urbe quedó en el ámbito del protestantismo.
El centro antiguo es muy hermoso y está dominado por la magnífica catedral gótica, que se alza a la vera del Rin. Fue iniciada en el siglo XI, impulsada por el emperador Enrique II. Entonces, la urbe era ciudad libre del Imperio, pero en el siglo XVI pasó a integrarse en Suiza.
Basilea mantuvo a lo largo de los siglos una rica burguesía y una actitud abierta en materia de cultura; fue un gran foco humanista, y en su universidad han dado clases personalidades notorias como Erasmo de Róterdam, Paracelso o Nietzsche.
Precisamente fue en Basilea donde Casiodoro de Reina, religioso español convertido al protestantismo, terminó la traducción al español de la Biblia, la llamada Biblia del Oso. Él, agradecido por el trato recibido en la ciudad, dedicó la obra a la Universidad de Basilea en 1569. Este personaje siempre fue gran polemista y defensor del libre pensamiento. Se enfrentó por su posición personal tanto a Calvino como a otros dirigentes protestantes, y fue “quemado en efigie” por la Inquisición en Sevilla. Casiodoro había nacido en Montemolín, España, en 1520, y fallecería en Frankfort del Main, en 1595.
Cultura y peregrinación
Hoy Basilea, con cerca de medio millón de habitantes, sigue siendo una gran ciudad en materia de Cultura. Es la urbe con el mayor número de museos de Suiza. También tiene un enorme peso económico, basado especialmente en la industria química y farmacéutica.
Fue paso de peregrinos llegados por el valle del Rin y del sur de Alemania. Desde aquí, los viajeros continuaban hacia el sur, por Berna y Ginebra, siguiendo la Oberstrasse descrita por Hermann Künig; o también por el oeste, para alcanzar el valle del Ródano, por el Franco Condado.
…Aunque siempre el peregrino ha acabado yendo por donde le apetecía, tal como ocurrió con el viaje del obispo armenio Martiros de Arzendjan. Este subió desde Italia hacia Einsiedeln para marchar luego hacia Basilea; donde fue detenido y acusado de ser espía turco. Cabe recordar que en el momento en que viajaba el obispo oriental, acababan de caer Bulgaria, Serbia, Albania y Bosnia bajo el dominio otomano, lo que había puesto en alerta a toda Centroeuropa.
Otros viajeros como Sebastian Ilsung de Augsburgo o Jerónimo Münzer también pasaron por Basilea; llegados desde lugares como Constanza y Schaffhausen (Escafusa en español) o la ciudad alemana de Friburgo.
Basilea y el Camino de Santiago
Esa relación de Basilea con Compostela está fuera de toda duda. La población se hallaba justo en el límite sudoeste del ducado de Suabia, de gran tradición peregrina desde el siglo XI. Es más, según algunos autores, el influjo del maestro Mateo se detecta en la propia estatuaria de la catedral de esta ciudad suiza; en ella podemos encontrar un Santiago peregrino, esculpido en la característica piedra rosada de los Vosgos.
El triunfo de la Reforma protestante en gran parte de Suiza fue impulsado desde Zurich por Zwinglio. Este, precisamente había sido formado en Basilea, donde también triunfó pronto el movimiento reformista.
El líder del reformismo en esta última ciudad fue Johannes Ecolampadius (Juan Ecolampadio); predicador de la catedral y lector de la Sagrada Escritura en la Universidad. Este, muy respetado por el propio Erasmo, se adhirió a las tesis de Zwinglio e hizo que en Basilea triunfase pronto el protestantismo. Fue un triunfo que -como en todo el ámbito de Centroeuropa- originó la brusca caída de la peregrinación a Compostela.
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