Santurio de Bembibre

La imagen más popular de Bembibre: la del santuario del Ecce-Homo, caracterizado por su airosa torrecilla de aire gallego. Fotografía de Tomás Alvarez.

 Por Tomás Álvarez

La primera guía moderna del Camino de Santiago, descrita por el monje alemán Hermann Künig von Vach, llevaría a los peregrinos hacia Compostela por Bembibre, importante localidad del valle del Boeza, en el Bierzo.

Esta población es especialmente famosa por el título de la principal novela histórica española: El señor de Bembibre, de Enrique Gil y Carrasco. Junto con Santa Marina del Rey y Benavides, Bembibre integra el triplete de villas históricas en la ruta que siguió Hermann Künig para cruzar los Montes de León sin subir montañas, entre León y Ponferrada.

Por el Camino de Künig

El autor alemán, en su sintético texto, señala que desde León se puede avanzar a Compostela por tres caminos: uno yendo por San Salvador(Oviedo); otro por Astorga, en el que hay que pasar tres puentes y luego subir una montaña (Foncebadón); y un tercero –que él recomienda- en el que hay que tomar el Camino de Santa Marina; se deja Astorga a tres leguas a la izquierda (unos 12 Km), se cruza por un lugar sin subir montañas (el paso de Brañuelas-Cerezal de Tremor) para continuar hacia Ponferrada; por lugares con numerosos pueblos en los que se atiende al viajero con vino y pan.

Obviamente, entre esos pueblos destacaba Bembibre que tuvo larga tradición hospitalaria. En el mismo Catastro del Marqués de la Ensenada (siglo XVIII) se cita aún el funcionamiento del hospital de San Juan, que acoge en esta villa a peregrinos y enfermos.

La guía de Künig escrita en alemán fue un best-seller en su tiempo, aunque sus reediciones se cortaron en seco con el triunfo de la Reforma protestante, que interrumpió en gran medida el flujo peregrino centroeuropeo.

Testimonios de la via histórica de Cerezal

Ruinas en Cerezal de Tremor

Cerezal de Tremor es un punto básico en el camino de Hermann Künig, por allí se cruzan los Montes de León por la cota más baja. Imagen de Beatriz Álvarez

La historiadora Gregoria Cavero, en su obra Peregrinos e Indigentes en El Bierzo medieval, señala el funcionamiento de esta vía de Cerezal, especialmente en la Edad Media.

Pero aún después de la eclosión de la Reforma, ese flujo continuó vivo. Así se atestigua un texto de 1771 de Fray José Alonso, monje del monasterio de Cerezal, recopilador de datos y documentación del convento existente en aquel bello lugar, a orillas del río Tremor.

El fraile franciscano dejó constancia de que por aquel lugar seguían pasando en el siglo XVIII peregrinos del Camino Francés a los que los frailes acogen y dan de comer de lo que tienen.

Para ir a Bembibre desde Cerezal de Tremor, era habitual cruzar el río Boeza en La Ribera. Así lo recoge el historiador Manuel Olano Pastor en su trabajo Caminos Históricos del Bierzo Alto: la ruta de Bembibre o del Boeza.

Olano Pastor recuerda en dicho trabajo un documento de 1835, en el que se precisa que “para ir a las ferias y mercados de Bembibre suelen pasar el rio Boeza por La Ribera las gentes que proceden de Cerezal, La Cepeda y la Omaña”

La historia de Bembibre.

Bembibre sigue siendo hoy una de las mayores poblaciones leonesas, lugar que creció sobremanera en el siglo XX, amparada por la actividad comercial y minera. Sin embargo, desde los noventa ha sufrido tanto el declive de este último sector como el abandono general institucional e inversor que padecen los territorios leoneses.

El nombre, de origen romano, muestra la larga trayectoria histórica de la población, situada en una de las orillas del Boeza, en un territorio hermoso, rico por la minería y la agricultura. Es un espacio de comunicación natural entre Galicia y el interior peninsular.

Este territorio, muy romanizado, tuvo también una importante historia medieval, en la que Bembibre se consolidó como principal villa del valle del Boeza. En esa época se desarrolla El Señor de Bembibre, de Gil Carrasco, obra que se describe con singular belleza la tierra  berciana.

Auge poblacional.

La población, que tenía 138 vecinos en el los días del Catastro del Marqués de la Ensenada, quedaría asolada décadas más tarde en la Guerra de la Independencia.

En los días en que se elaboró el Diccionario Geográfico de Pascual Madoz (entre 1845 y 1850) se observaba ya una dinámica demográfica positiva. El lugar contaba con 200 casas “en calles bastante regulares y empedradas”. Entonces, la población estaba dominada por “un castillo arruinado (…) propiedad del duque de Frías”.

Contaba ya el lugar con dos “deliciosos paseos con arbolado de chopos, negrillos y cerezos; uno a la entrada de la población y otro a la salida

En aquel texto se recuerda que la iglesia parroquial (San Pedro) había sido antaño sinagoga de judíos, como consta por un documento que conserva expedido en Valladolid año 1490 a favor de Bavi Caca Nueto, judío, contra Diego Álvarez, cura que se había apropiado de la edificación

También recuerda la existencia de la ermita (Ecce-Homo) extramuros de la villa, junto a indicada carretera de Galicia, a la que los naturales conservan particular devoción.

Atractivos del lugar.

Hoy, entre los monumentos principales sigue estando la iglesia parroquial de San Pedro, que conserva una puerta románica, aunque el resto del edificio, de tres naves, es relativamente moderno.

Museo Bierzo Alto

El Museo del Bierzo Alto, en Bembibre, con un contenido excelente, muestra elementos de índole arqueológica, etnológica y artística. Imagen de Tomás Alvarez.

El templo más famoso es el santuario del Ecce-Homo, caracterizado por su airosa torrecilla de aire gallego. La obra es básicamente del siglo XIX. Se trata de una iglesia con planta de cruz latina, embellecida en las últimas décadas. Pese a su sencillez, resulta atractiva por su ubicación y sobre todo por el lindo campanario, rematado por una cúpula sobre tambor octagonal.

Un elemento muy importante en la población es el Centro Cultural de la Villa, donde se halla –entre otras dependencias- el Museo del Bierzo Alto, que presenta elementos de índole arqueológica, etnológica y artística: su contenido es excelente.

Bembibre tiene en la actualidad unos 8.000 habitantes y goza también de prestigio gastronómico. La comarca es excelente en producciones frutícolas, vinos y carnes. Cada año celebra un festival dedicado al botillo.