Desde la localidad de Bruges, en el territorio histórico del Bearne, en 1789 partió hacia Santiago de Compostela el peregrino Jean Pierre le Racq, quien dejó escrita una breve descripción de su marcha: Itinéraire de Bruges à Compostelle.

Por Claudio Path

Curiosamente, el viaje de Jean Pierre le Racq guarda ciertas semejanzas con el de Jean Bonecazze, otro bearnés que había hecho un itinerario similar en el año 1748. Ambos hicieron el camino muy jóvenes; su lugar de nacimiento apenas se separa en una decena de kilómetros y los dos nos dejaron un escueto relato de su marcha.

cruzando la cordillera de leon y asturias

Como muchos peregrinos franceses conocedores de la Grande Chanson, Jean Pierre le Racq, desde León cruzó los montes de la Cordillera para llegar a la catedral de San Salvador, en Oviedo. www.elcaminodekunig.com

Jean Pierre había nacido en 1769, en una familia sencilla de Bruges, una bastida surgida en el siglo XV, y cuyo fundador optó por ponerle el mismo nombre de la ciudad flamenca de Brujas, en la que había estado poco tiempo antes.

Itinerario de Brujas a Compostela

En su libro “itinerario de Brujas a Compostela” nos marca las distancias entre las principales poblaciones por las que marcha, junto con alguna otra mínima información. Más que una guía, el viajero bearnés lo que describe es un “itinerario” como su título indica.

El joven peregrino bearnés avanzará por Roncesvalles, Pamplona, Logroño, Santo Domingo de la Calzada, Burgos, Sahagún y León.

Desde León, el viajero se dirigió a Oviedo; un itinerario muy habitual durante toda la historia, pues la catedral de San Salvador fue un centro de peregrinaje desde la Edad Media por su notabilísimo relicario, el Arca Santa.

El paso hacia Asturias

En la guía de Hermann Künig, la primera escrita para los peregrinos, en el siglo XV, se advierte que desde León, el viajero que avanza hacia Compostela puede seguir por tres caminos. Uno, por Oviedo; otro por Astorga, y el tercero, por Santa Marina de Rey. Esta es la opción que recomienda, pues, permitía a los caminantes cruzar los Montes de León sin subir montañas.

También la Grande Chanson, popular obra medieval francesa, recoge en diversas versiones la posibilidad de que el viajero puede avanzar hacia Asturias, desde León; advirtiéndole del frio y el sufrimiento que le costará cruzar la cordillera:

Quand nous fûmes au Mont-Etuves, /Avions grand froid ,/Ressentîmes si grande froidure , /Que j’en tremblois /A Saint Salvateur sommes allés. /Par notre adresse , /Les Reliques nous ont montrée …”, dice una de las múltiples versiones de la canción .  Lo de Mont Etuves parece ser una deformación de Montes de Asturias. Curiosamente, en distintas versiones de la Grande Chanson se puede leer Etuves, Estudes y Esture.

torre de la catedral de Oviedo

La magnífica torre de la catedral de San Salvador de Oviedo, templo famoso desde la Edad Media por tu inmenso relicario. Imagen de guiarte.com

Jean Pierre le Racq y la alegría del retorno

Tras pasar por la Cámara Santa ovetense, Jean Pierre le Racq avanza por la zona de la costa hacia Ribadeo, para alcanzar Mondoñedo, Melide y Santiago de Compostela. Poco dirá de su paso por Compostela; sólo afirma que se confesó, que comulgó en la capilla del rey de Francia y visitó las reliquias.

El regreso lo hace por el itinerario que señala el Calixtino, en dirección a León, donde deja patente su alegría por retornar a esta ciudad, aunque manifiesta que el mayor contento le llegará cuando alcance Francia.

La constatación de un declive

Los viajes de Jean Pierre le Racq, Jean Bonnecaze tuvieron lugar poco más tarde que el de Guillaume Manier. Los tres son especialmente interesantes porque pertenecen la misma época y muestran una mutación del peregrinaje. Ha caído la motivación piadosa; crece la rebeldía juvenil, el vagabundeo, la picaresca y la búsqueda una aventura aprovechando la caridad hispana.

El propio peregrinaje ha perdido prestigio, y entre los españoles abundan las consideraciones negativas hacia los peregrinos. Se ha perdido el respeto al viajero, por sus malas prácticas.

Las narraciones nos muestran aspectos curiosos que poco tienen que ver con el respeto y la devoción. En el caso de Manier, por ejemplo, vemos que su mayor afición es la de coleccionar piedras con poderes mágicos; y a lo largo de su periplo relata numerosas trifulcas y hasta incidentes por intentos de pasarse de lo permisible en el trato con la mujer…

Más sombras que luces

Tampoco se percibe en el origen de los viajes a Compostela motivación religiosa; y en los tres casos hay un balance insatisfactorio de la experiencia. Tanto en el texto de Racq, como en los de Bonnecaze y Guillaume Manier se aprecia  cansancio y desventura en el regreso, ya cuando se detienen en León.

Jean Bonnecaze describió viaje con hambre, pobreza y enfermedad

Jean Bonnecaze describió un norte de España con pobreza y enfermedad. Composición con grabado de Gustavo Doré (descanso en una venta de Grajal de Campos, León) y viejo mapa francés de la Península y sur de Francia. elcaminodekunig.com.

Sin embargo la constatación más dramática será la de Bonnecaze. Este, tras abandonar Roncesvalles, pasada la frontera, hizo una cruz en tierra con su bastón y prometió no regresar a Compostela. A partir de aquí –escribe-  marchó alegre, alejándose de la miseria hispana: “Alors je fus content, me voyant hors de la misère espagnole”.

Son testimonios que nos hablan claramente de la decadencia de la peregrinación a Santiago de Compostela.