Ubicada a la vera del río Najerilla, en la comunidad de La Rioja, Nájera es una pequeña ciudad que tuvo gran importancia en la Edad Media y que sigue siendo un importante centro en la ruta de peregrinación hacia Santiago de Compostela.

Por Tomás Alvarez

Nájera es una población importante del Camino Santiago, en medio del trayecto de Logroño a Santo Domingo de la Calzada; relativamente destacada en la primera guía escrita para los peregrinos en la Edad Moderna, debida al monje alemán Hermann Künig von Vach.

Cabecera templo de Santa María la Real de Nájera

El monasterio de Santa María la Real, principal referencia de Nájera en el Camino de Santiago. Imagen de José Hoguera (http://www.joseholguera.com)

La guía de Künig -escrita en verso y muy sintética- se detiene en Nájera más que en la mayoría de las poblaciones, para explicar al lector que por arriba de la ciudad hay dos fortalezas y que en los hospitales de la ciudad se atiende amablemente a los peregrinos.

El monje alemán anuncia al lector que “se alegrará” de conocer la ciudad. No obstante, fiel a su línea de destacar tanto lo mejor y lo peor de la acogida al peregrino, no recomienda acudir al hospital de Santiago porque allí la responsable del mismo se comporta mal con los viajeros.

Nájera en el texto de Künig

El texto de Künig –según la traducción de Monika Drerup- dice así:

Te puedes alegrar en Nazera(Nájera),

allí atienden amablemente por la voluntad de Dios.

En los hospitales, te sirven de buen grado,

salvo en el hospital de Santiago,

allí, el personal es malo sin excepción.

La patrona del hospital se comporta muy mal con los peregrinos,

pero las camas son muy buenas.

Por encima de la ciudad hay también situados dos castillos.”

El autor de esta guía de peregrinación -un best seller de su tiempo- anuncia también al peregrino que cuatro leguas más adelante encontrará otra población que le habrá de interesar: Dominicus (Santo Domingo de la Calzada)

Nájera en el Camino de Santiago y en la Historia

Reconquistada a los musulmanes en el siglo X por Ordoño II de León; en la Edad Media, Nájera fluctuó entre el domino de los monarcas de Navarra y el Reino de León, quienes promovieron instituciones de hospitalidad.

Sepulcro de Blanca de Navarra, en el monasterio de Santa María la Real de Nájera

Sepulcro de doña Blanca de Navarra, en el monasterio de Santa María la Real de Nájera, una obra maestra del arte funerario románico. Imagen de José Hoguera (http://www.joseholguera.com)

Los reyes navarros y leoneses también se preocuparon por las infraestructuras del Camino, destacando especialmente Sancho III de Navarra, conocido como Sancho el Mayor, y  Alfonso VI de León. Este, en 1079 puso al monasterio de Santa María de Nájera bajo la dependencia del Cluny, quien renovó el centro con monjes traídos de Francia.

Esta última circunstancia hizo que el Nájera contase con un buen núcleo de francos, pobladores detectados desde años atrás, cuando el lugar era ya un activo centro comercial.

En aquella época, muy influída por las leyendas carolingias, era famosa Nájera porque allí se había producido el combate entre Roldan y Ferragut. Aquel mítico encuentro había terminado con la victoria del primero, tras varios días de combates.

Entre los viajeros que recorrían al Camino, estas leyendas no sólo eran conocidas antaño, sino creídas en su literalidad, por lo que localidades como Nájera, en cuyo entorno se celebró la hipotética lid, eran visitadas con especial fruición.

Pérdida de peso político, económico y religioso

La cualidad de Nájera como ciudad clave en el norte peninsular fue decayendo en el curso de la Edad Media, a medida que Pamplona se asentaba como centro político del Reino de Navarra; en Calahorra se estabilizaba la sede episcopal, tras muchos años divagante (desde la invasión musulmana hasta el siglo XII), y crecían las cercanas localidades de Logroño y Santo Domingo de la Calzada, favorecidas por su situación estratégica la primera, y la fama de la segunda en todo el orbe cristiano por el milagro del gallo y la gallina que volaron después de ser cocinados.

Nájera mantuvo buena atención al viajero a lo largo del tiempo, y fue una población elogiada por otros famosos peregrinos, entre ellos el boloñés Domenico Laffi, quien la calificó como “lugar precioso y provisto de todo”.

El Monasterio de Santa María la Real

En Nájera pervive un edificio excepcional, que testimonia su gran pasado histórico y artístico: el monasterio de Santa María la Real; fundado en el año 1.052 por impulso del monarca navarro García Sánchez III.

Apenas dos años más tarde de aquella fecha, don García fue derrotado por Fernando I de León, en la batalla de Atapuerca.

Don García perdió la vida en el lance y fue enterrado en el panteón de Nájera, tierra que quedó incorporada a los dominios de Fernando I.

El gran templo monacal, de origen románico, fue sustituido por una magnífica obra gótica en el siglo XV. De un siglo posterior son las obras de su afiligranado claustro.

Panteón real de las dinastías del reino de Nájera-Navarra

El monasterio de Santa María la Real de Nájera alberga numerosas tumbas de nobles personajes varios de ellos vinculados a las dinastías regias de Navarra. Imagen de José Hoguera (http://www.joseholguera.com)

En el conjunto destaca un excelente coro gótico y un panteón de personajes de la realeza, vinculados especialmente a las dinastías navarras. Entre los sepulcros, el más valioso desde el punto de vista artístico es el de doña Blanca de Navarra.

La población tiene en la actualidad unos 8.000 habitantes y conserva otros elementos religiosos del pasado. De los dos castillos a los que aludió Künig, apenas hay vestigios, pues se arruinaron en el transcurso de los siglos siguientes.

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