Orthez, la antigua capital del Bearne durante la Edad Media, es una bella población, de intensa historia, muy ligada a la peregrinación a Santiago de Compostela.
Por Tomás Alvarez
La ciudad, en el sur de Francia, entre Pau y Bayona, cuenta ahora con unos 10.000 habitantes. El monje alemán Hermann Künig la cita con el nombre de Ortesium en su guía, la primera elaborada en la Edad Moderna para los peregrinos santiagueños.
Künig desde Toulouse avanzó por Auch y Arthez para alcanzar Orthez; luego prosiguió por Salvatierra de Bearne y Saint Jean Pied de Port, para ascender el Puerto de Ibañeta.

El Puente Viejo, sobre el gave de Pau, en Orthez, antigua capital del Bearne. Es originario del siglo XIII. Imagen de OT Coeur de Béarn.
Orthez surgió en la Edad Media en torno al cruce del gave de Pau; río que recoge sus aguas de los Pirineos, en la zona del sur de Lourdes, y se une al Adur, camino del Atlántico.
Orthez, capital del Bearne
Históricamente, la población inició su época de prosperidad en el siglo XIII, cuando se construyó el puente fortificado sobre el rio. En ese siglo se asentó allí la residencia de los Vizcondes de Bearne, que llegarían a defender la independencia de la región y mantener una neutralidad en la Guerra de los Cien Años, entre Francia e Inglaterra.
En 1460, Orthez perdió su capitalidad regional, que a partir de entonces ostentó Pau; pero la urbe continuó con su dinamismo, económico y cultural.
Cuando pasó Künig por la ciudad -final del siglo XV- la población contaba con dos hospitales de peregrinos, a la entrada de la misma, según relató el viajero alemán. Este cita de paso su puente medieval, una construcción bella, con su torre en el centro, similar al que el viajero vería más adelante, en Salvatierra de Bearne.
Los conflictos de Religión
Pocos años más tarde también pasó por el lugar el viajero alemán Arnold von Harff, quien peregrinó a Jerusalén, Roma y Compostela. Algunas décadas después, en la ciudad arraigarían con fuerza las ideas de la Reforma e incluso en el siglo XVI se creó allí una universidad protestante.
En el final del siglo XVII Orthez acabó nominalmente integrándose en el bando católico, aunque para ello tuvo que ser conquistada militarmente.
De la vigencia de las ideas protestantes da cuenta el relato del viaje del famoso peregrino italiano Domenico Laffi, quien definió a Orthez como una ciudad de buenas murallas y “muchos herejes”.

El Hôtel de la Lune, edificio civil medieval de Orthez, donde sigue latiendo la vocación bearnesa de atención a los peregrinos santiagueños. Imagen de OT Coeur de Béarn.
Laffi, clérigo de Bolonia, hizo varios viajes a Santiago, y escribió un famoso titulado Viaggio in Ponente a San Giacomo di Galitia e Finisterre, en el que narra su periplo de 1670. En él cuenta que dijo misa en la iglesia de un convento local y asistió también a una tensa procesión católica, en la que comprobó las divergencias entre los habitantes de distintos credos. El viajero señala que los habitantes protestantes se hallaban «las ventanas, con la cabeza cubierta con sombreros, y se reían como locos de atar al ver el paso de la procesión”.
También declaró que la iglesia principal del lugar estaba mal atendida: “parece más una cuadra de animales que una casa de Dios o la Iglesia”
Vestigios del pasado
De su notable pasado, la urbe conserva el airoso Puente Viejo, sobre el gave de Pau. Es originario del siglo XIII y en origen tenía dos torres fortificadas, de las cuales sólo queda una de ellas. Tanto en las luchas de Religión como en tiempos de Napoleón, este fue un escenario de combates.
Como más valioso vestigio histórico pervive la torre de Moncada, que domina el conjunto urbano. Se trata del único resto del castillo de Moncada, edificado hacia 1250, y que fue sede de la corte bearnesa. Fue incendiado en 1569, durante las Guerras de Religión. En siglos posteriores, sus muros se utilizaron como cantera para la construcción de otras edificaciones. Sólo se salvó la torre merced a una iniciativa municipal, en el siglo XIX. Esta es ahora visitable y alberga un especio explicativo.

El castillo de Moncada, del siglo XIII, en Orthez, fue sede de la corte bearnesa. La torre es el único resto en pie. Imagen de OT Coeur de Béarn.
Es también interesante la casa de Jeanne d’Albret, nieta del rey Francisco I, quien impulsó el calvinismo en la región. La notable edificación es de los siglos XV y XVI; en ella se presenta un museo que explica la historia del Bearne protestante.
Edificios religiosos
En el lugar se conservan, asimismo, diversos edificios religiosos, el principal de ellos la iglesia de San Pedro, del siglo XIII y con numerosas reformas posteriores. Otros antiguos centros religiosos son el monasterio de franciscanos y la Iglesia de San Bartolomé.
Por último, es también interesante señalar como edificio civil de la ciudad el Hôtel de la Lune, originario del siglo XIV, con un aire de casa fortaleza y que en la actualidad se dedica en parte a acoger e los peregrinos que avanzan hacia Santiago de Compostela.
Para conocer más Orthez y su entorno.
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