Ubicada a orillas del Mosela, en el estado alemán de Renania Palatinado y muy cercana a Luxemburgo, se halla Tréveris, una de las más bellas poblaciones alemanas; incluída en la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO. Es también una urbe ligada a las peregrinaciones.
Por Tomás Alvarez
Tréveris, Trier en alemán, es una ciudad poseedora de un patrimonio histórico y artístico excepcional; fue un gran centro de peregrinación en el pasado, tanto receptor de devotos, como emisor.
…Y Tréveris sigue siendo actualmente un lugar vinculado a la peregrinación santiagueña, allí funciona una hermandad jacobea cuyo origen se remonta a la antigüedad medieval: la Hermandad de St. Jakobus Trier.
El viajero que desde la población alemana quiere avanzar hacia Santiago de Compostela suele tomar el camino hacia Metz, urbe francesa ubicada a unos 90 kilómetros al sur. Luego, puede continuar hacia Vézelay o incluso a Puy en Velay.
Tréveris en el Camino de Künig
En la primera guía jacobea de la Edad Moderna, la escrita en el siglo XV por el monje alemán Hermann Künig, este indica al peregrino dos alternativas para enlazar Compostela y Tréveris. La primera a través de Roncesvalles, previsiblemente para pasar por Vézelay, Langres, Saint Nicolas de Port y Metz.
Künig propone esta ruta en su descripción de la Niederstrasse o Vía Baja, la que une Compostela con el núcleo de Aquisgrán/Colonia. Al llegar a Burgos, el monje alemán advierte a los viajeros que quieran alcanzar la Lorena que no tomen la vía del Puerto de San Adrián y Bayona:
“…si quieres ir hacia San Niclaß porten (Saint-Nicolas-de-Port, en Lorena)
no deberías de coger este camino (el del puerto de San Adrián)
y mantenerte a la derecha (siguiendo hacia Logroño y Roncesvalles)
En cambio, si el peregrino opta por continuar por Bayona y la vía Turonense, Künig ofrecerá aun otra vía alternativa; la que accede a Metz desde el valle del Loira.
Tras alcanzar la “ciudad del señor San Martín” (Tours) el monje alemán escribe que para ir hasta Metz y Vergaville, ciudades muy próximas a Tréveris. hay que tomar una vía a la derecha:
….muchos hermanos giran a la derecha
y a través de le Westterich (la Lorena) llegan al país alemán.
Allí puedes recuperarte de tus esfuerzos.
Por este camino puedes ir hacia Widerßdorf (Vergaville) o Metz.
Sin duda, el hecho de que Künig no cite concretamente el nombre de Tréveris se debe a que la ciudad había entrado en un período relativamente oscuro, después de haber llegado a ser en el siglo IV la mayor de las urbes europeas al norte de los Alpes. Desde aquellos gloriosos días, las destrucciones se sucedieron: primero, las grandes invasiones bárbaras; luego las conquistas de hunos y francos; más tarde –en dos ocasiones- la invasión de los vikingos.
Tréveris, «la segunda Roma»
Tréveris fue uno de los grandes centros del cristianismo en tiempos de Roma. Su catedral actual tiene aun partes de tiempos romanos, cuando integraba uno de los mayores complejos religiosos de la cristiandad.
La ciudad, muy antigua, fue refundada en el siglo I por Augusto. Es la Augusta Treverorum, urbe que creció rápidamente hasta llegar a ser una de las capitales del Imperio Romano. En la propia urbe estableció su corte el emperador Constantino. Esta circunstancia hizo que santa Elena, madre del emperador, impulsara sus instituciones religiosas y llevase allí reliquias de gran interés para los fieles.
Otros cuatro emperadores romanos habitarían en esta ciudad, hasta que llegó el hundimiento imperial a causa de las grandes migraciones de los pueblos orientales.
De aquella época grandiosa para la ciudad, en la que se calificaba a Tréveris como “la segunda Roma”, perviven diversos edificios y restos arqueológicos. Entre ellos, la monumental Porta Nigra, la basílica de Constantino, termas, anfiteatro, puente romano, etc. La calidad y el estado de conservación de tal conjunto monumental han hecho que la ciudad se haya incluido en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO, en 1986.
La catedral más antigua de Alemania
Un edificio clave es la catedral, construida en el siglo VI. El complejo religioso primitivo ocupaba cuatro veces la superficie de la catedral actual, ya de por sí grandiosa (112 metros de largo por 41 de ancho). Se considera a este como el templo más antiguo de Alemania, y en él se conservan partes de la estructura original, aunque mezcladas con obra románica, gótica, renacentista y barroca.
Con tres naves, doble cabecera y siete torres de diversa factura, el edificio resulta majestuoso. A su lado se eleva otro sumamente bello: la iglesia de Nuestra Señora (Liebfrauenkirche) de una excelente e innovadora arquitectura gótica.
Protegida de forma especial, la catedral alberga la reliquia conocida como Santa Túnica de Cristo. Se dice que fue traída por la madre del emperador Constantino, la emperatriz Elena.
Es tradición que la madre del emperador Constantino, llevada de su devoción, investigó en Tierra Santa los lugares vinculados a la vida de Cristo. Allí descubrió la ubicación del Santo Sepulcro, donde se erigió un templo. Este se consideró a partir de entonces como el enclave más sagrado del cristianismo.
Santa Elena y las reliquias de Tierra Santa
De aquella visita, efectuada en torno al año 327, la madre del Emperador retornó con numerosas reliquias relacionadas con Cristo. La primera de ellas integrada por restos de la propia cruz en la que fue sacrificado; junto a ella, recogió también la llamada Escalera Santa, del palacio del gobernador romano, por la que subió en el momento del juicio, derramando sangre; la Santa Túnica; restos de la propia cuna en que nació; restos de los Reyes Magos, etc. Todas estas reliquias están en la actualidad distribuidas por el occidente europeo; varias de ellas en Roma.
La Santa Túnica sería una prenda interior, de lana, que portaría Jesucristo en el momento de su Pasión y que ha sido retocada en el curso de los siglos con labores de arreglos y protección; en estas incluso, se han utilizado telas diversas, modificando la forma de la prenda. La Túnica, además, ha pasado en su historia por multitud de traslados y situaciones complejas. Aunque no hay datos concretos referidos a su traslado, las primeras noticias sobre su ubicación en Tréveris son del entorno del año 1.100.
Otras reliquias famosas que hizo de Tréveris un centro de atracción de peregrinos son las de san Matías. La tumba se halla en el templo románico del mismo nombre, donde también está enterrado el primer obispo de la ciudad, san Eucario.
El apóstol Matías
Como en el caso de la Túnica, fue Elena -santa Elena, en el santoral católico- quien facilitaría el traslado del cuerpo de san Matías, con lo que Tréveris sería la única ciudad al norte de los Alpes en la que se halla la tumba de un apóstol.
Realmente, san Matías no fue integrante del grupo primitivo de los doce apóstoles. Sin embargo, tras la traición de Judas, Pedro organizó un encuentro en el que fue elegido el discípulo Matías para integrar el conjunto apostólico, según se relata en el libro de “Los hechos de los apóstoles”. A tal efecto, después de la Resurrección, se convocó una asamblea de fieles seguidores de Cristo y en ella, “echaron suertes (entre dos candidatos) y la elección recayó en Matías”, tal como afirma el texto aludido.
Durante toda la Edad Media hubo en los territorios germano y franco hermandades de San Matías dedicadas al peregrinaje y acogida de viajeros con destino al templo de Tréveris; algunas de ellas existen aún en la actualidad y organizan peregrinaciones, especialmente desde el entorno de Aquisgrán y Colonia. Desde Aquisgrán hay marcado incluso un Camino de Matías, Matthiasweg, de unos 240 kilómetros, con una docena de etapas. Hay una amplia información sobre el Camino de Matías en Wikipedia.
Entre otros muchos tesoros sacros, tambien se conservan en Colonia otros vestigios atribuídos a donaciones de Santa Elena: un vaso y un clavo de la crucifixión.
Tréveris, Santiago de Compostela y Prisciliano
Existe otro elemento de vinculación entre Tréveris y Compostela. Se trata del famoso obispo hispano Prisciliano, ejecutado en Tréveris en los días del emperador Teodosio, por chocar las predicaciones de aquel con la Iglesia oficial.
Sulpicio Severo, jurista y santo por la religión católica, escribió en el siglo V una crónica de la historia sagrada, Historia Sacra, que recoge conocimientos valiosos sobre la doctrina prisciliana, y afirma que los restos de Prisciliano fueron llevados a Galicia.
Este ha sido el punto de partida de algunos historiadores para indicar la posibilidad de que los restos venerados en Compostela sean en realidad los que algunos discípulos depositaron allí; en el corazón de la que se considera tierra natal del famoso hereje. La hipótesis ha sido tenida en cuenta por escritores e historiadores de distinto países, entre ellos el propio Sánchez Albornoz. …Y sigue siendo un tema debatido en nuestros días.
Una ciudad llena de arte, historia y encanto
Muchos años antes de que llegaran a la urbe los romanos, esta población habitada por la tribu de los tréveros ya ocupaba el hermoso enclave, a la vera del Mosela; sus habitantes, orgullosos, siguen afirmado hoy que Tréveris ya existía “mil trescientos años antes de Roma”.
Arruinada en los días de las invasiones de los pueblos bárbaros, con una historia salpicada de guerras, la ciudad ha estado bajo el control de diversos estados y ha pervivido relativamente ajena a las grandes vías de desarrollo económico, pero posee una vida tranquila y rica en cultura y patrimonio.
En medio de un paisaje amable de colinas y viñedos, Tréveris tiene ahora unos 100.000 habitantes. Es una ciudad con mucho encanto, dominada por la impresionante estructura catedralicia, la basílica de Constantino y la altiva torre de san Gangolf; una de las urbes más atractivas de Alemania; un gran escaparate de la Historia de Europa.
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