Portada del monasterio de Einsiedeln, en febrero. En primer término la Marien Brunnen, Fuente de la Virgen. Imagen de Guiarte.com

Por Tomás Alvarez

La ciudad suiza más famosa como centro de peregrinación es Einsiedeln. Desde ella inició en el siglo XV su guía para los viajeros a Compostela el monje alemán Hermann Künig.

Tiene este lugar unos 15.000 habitantes y ocupa un bello espacio, al sur de los lagos de Zúrich y del Sihl, en un valle prealpino de la Suiza Central. Pertenece al cantón de Schwyz.

Lo más notable del lugar es la gran abadía originaria del siglo X, que ha cobrado fama por varias razones:

La primera razón se debe a que allí se alberga la Virgen Negra, una imagen a la que acuden peregrinos de toda Europa desde la Edad Media.

El segundo motivo, por ser centro de partida de los peregrinos que acuden desde el sur de Alemania, Austria y nordeste de Suiza, para marchar hacia Santiago de Compostela.

Finalmente, otro elemento de gran interés radica en la calidad y el contenido del enorme edificio barroco.

También es conocido Einsiedeln como lugar natal de Paracelso, quien vino al mundo en una casa ubicada al lado del Puente del Diablo, cerca de un puertecillo, el Etzelpass.

Ante la fachada barroca del monasterio se extiende la ciudad, en un plano alargado hacia el norte y el sur, con calles en pendiente, por la propia orografía del enclave, y con edificaciones de calidad.

Hay buena carretera entre el lugar y Zúrich. También existe línea de tren entre Zúrich y Einsiedeln.

En el lugar donde se levantó el centro monacal, murió en el año 861 San Meinrad, asesinado por dos bandidos. Tras aquel hecho varios ermitaños se ubicaron en el bosque donde se produjo el crimen, y en el año 934 un clérigo de Estrasburgo,  Eberhard, los agrupó en un monasterio bajo la regla benedictina, centro que puso bajo el patronazgo de la Virgen María de los Ermitaños.

Una gran obra barroca

De las instalaciones primitivas del monasterio apenas queda nada. Reconstruido tras diversos incendios, se amplió de nuevo a partir del año 1704 siguiendo las directrices de Kaspar Moosbrugger, el mayor arquitecto barroco suizo, fraile de la orden benedictina.

Ante la espectacular fachada está la Frauenbrunnen, a la que acuden los peregrinos a beber sus aguas.

La iglesia tiene una gran complejidad por su característica de centro de peregrinos y destaca por sus espectaculares elementos barrocos, llenos de vivos colores.

En el interior del templo se halla la Capilla de la Gracia, donde se venera a la famosa Virgen Negra. La estatua es del siglo XV, y está habitualmente revestida de un ampuloso manto que le cubre totalmente salvo las manos y el rostro.

La famosa Virgen Negra, en la Capilla de Gracia del monasterio de Einsiedeln. Imagen de Tomás Alvarez

En el monasterio y su entorno hay varios puntos de especial interés. Uno de ellos es la biblioteca, fundada en 934 y con enorme riqueza.

Esparcidos por el lugar de Einsiedeln, se hallan diversos museos, centros deportivos y lugares para el paseo, el cicloturismo y el esquí.

Se puede ampliar esta información en la  Guía de Einsiedeln, publicada por Guiarte.com