Kiosco de los Enamorados de Rayond Peynet en Valence

El popular kiosco de Valence, de 1862, hecho famoso por las ilustraciones de enamorados de Raymond Peynet. Imagen de L.Pascale/LaDrome Tourisme

Por Tomás Alvarez

En Valence, capital del departamento de la Drôme, los viajeros que seguían la ruta jacobea definida por Hermann Künig se reencontraban con el Ródano; el gran río que ya habían cruzado anteriormente en Ginebra.

La ciudad, también conocida como Valence-sur-Rhône y en los viejos textos hispanos como Valencia de Francia, fue paso habitual de los peregrinos a Compostela; no sólo de los que venían desde Suiza, sino aquellos que lo hacían desde el norte, procedentes de Lyon, y otros que llegaban desde el Piamonte, en el noroeste de la actual Italia.

Künig llegó a Valence, tras pernoctar en la ciudad cercana de Romans-sur-Isère, de excelente atención al viajero. En su guía del viaje calificará a Valence como una ciudad bonita.

Siempre fue esta una urbe frecuentada por los peregrinos que iban a Santiago. Aparte de Künig, entre los que dejaron escrito su paso por el lugar figuran algunos muy conocidos, como Jerónimo Münzer, que calificó a Valence de celebérrima ciudad episcopal o Arnold Von Harff, quien peregrinó a Compostela, Roma y Jerusalén en el final del siglo XV.

Pero además, también paraban en la ciudad muchos viajeros que peregrinaban a otros famosos destinos, como Saint-Gilles (Gard), cerca de Arlés, junto a la desembocadura del Ródano.

La Puerta del sur

Situada en la ribera oriental del gran río galo -en el eje que une Lyon y el Mediterráneo- Valence está considerada como la “Puerta del sur”; la que marca la transición hacia del norte francés a las tierras luminosas de la Provenza y el Languedoc.

Ya fue importante urbe galorromana, y parece que en la antigüedad hubo allí un puente que cruzaba el Ródano. Aquella infraestructura desapareció, de forma que en la Edad Media o el Renacimiento los peregrinos a Santiago debían descender hacia el mediodía para cruzar el río por Pont Saint Esprit, casi cien kilómetros más al sur.

Por Pont Saint Esprit cruzaría Künig en el fin del siglo XV, tal como se comprueba en la guía del alemán. Este, elogiaría el extraordinario y largo puente que aún sigue en pie.

Durante la Edad Media, Valence creció, como lugar comercial y centro político y religioso. En el siglo XV se creó allí, incluso, una prestigiada universidad. El esplendor palidecería un siglo más tarde con las Guerras de Religión, que destrozaron gran parte de su patrimonio.

Los monumentos de la Valencia de Francia

De sus antiguos monumentos, destaca la catedral. Esta es una obra románica, consagrada a los santos Cipriano, Cornelio y Apolinar. El papa Urbano II ofició la ceremonia inaugural del edificio, en 1095. El Pontífice viajaba en aquellos días por la región, predicando la Primera Cruzada.

catedral de Valence, Francia

La catedral de la ciudad francesa de Valence, del siglo XI, reconstruida en buena parte durante el siglo XVII. Imagen de Valence-Romans Tourisme

La catedral fue destruida en parte durante las Guerra de Religión -dos veces incendiada por los hugonotes- y reconstruida en el siglo siguiente. Edificada en tiempos de gran flujo de peregrinos, tiene la típica estructura de peregrinación, con deambulatorio, y está cubierta de bóveda de cañón.

Uno de los sucesos más curiosos de los últimos siglos en la ciudad fue el fallecimiento del papa Pio VI, en 1799. Napoleón había invadido los estados del papado, obligando al propio Pontífice a pagar grandes sumas, para evitar la ocupación militar de la Ciudad Eterna. Tras dejar exhaustas las cuentas papales, las tropas francesas acabaron tomando Roma y aprisionando a Pio VI, quien fue trasladado a Francia.

El  fin del ciudadano Braschi

El papa, con 81 años no resistió el viaje y acabó falleciendo en Valence. Hubo problemas, incluso para hacerle un entierro con la solemnidad litúrgica cristiana. En el Registro Civil de la ciudad se anotó el fallecimiento “del ciudadano Braschi, de profesión pontífice”. Algún tiempo más tarde se permitió el traslado de su cadáver a Roma. En la catedral de Valence un pequeño monumento, con un busto del Pontífice, nos recuerda aquellos hechos.

Pio Vi y su muerte en Valence

En la catedral de Valence se recuerda la vinculación de Pio VI y la ciudad. Texto explicativo en la parte posterior de un pequeño monumento. Imagen de Jonas Haller / https://commons.wikimedia.org

Tal vez el edificio más representativo del final de la Edad Media es la maison des Têtes, hermosa construcción civil de estilo gótico.

El centro antiguo de Valence conserva también otros elementos de interés, como la iglesia de san Juan Bautista, románica; así como  conventos y casas señoriales.

En el siglo XIX se derribaron las murallas de Valence para permitir su desarrollo urbanístico; ello permitió no sólo el crecimiento de la población, sino la dotación de excelentes zonas verdes. La ciudad tiene unos 70.000 habitantes en la actualidad, si bien su conurbación supera los 200.000.

Para conocer mejor la historia de la ciudad y de la región es recomendable la visita al Musée de Valence (Art et Archéologie); este alberga numerosas piezas de pintura y –sobre todo- excelentes elementos arqueológicos.