Las crónicas escritas por los peregrinos, los archivos y el arte son magníficas fuentes para conocer la comida que pudieron disfrutar los viajeros durante su marcha hacia Santiago de Compostela, a lo largo de los siglos.

El tema será el eje del acto que se celebrará al próximo miércoles, 31 de mayo, en la sala Polisón del Teatro Principal de Burgos, donde se presenta el libro “Pucheros y zurrones. La gastronomía del Camino de Santiago”, del que es autor  Tomás Alvarez, periodista, escritor y presidente de la asociación jacobea Amigos del Camino de Künig

Boda campesina de Pieter Brueghel

Las comidas de los peregrinos variaban en función de las épocas y los territorios. En la imagen, detalle de un banquete de boda campesina, obra renacentista (siglo XVI) de Pieter Brueghel el Viejo; en el Museo de Historia del Arte de Viena.

El presidente de la Asociación de Amigos de Santiago de Burgos, Jesús Aguirre; el periodista e investigador burgalés Miguel Moreno, y el editor del libro, José Antonio Martínez Reñones, acompañarán al autor en este acto que tendrá lugar a partir de las 20,00 horas.

Un estudio histórico sobre la comida de los peregrinos                      

El libro, diseñado por Lalo Fernandez Mayo y editado por Lobo Sapiens, realiza un estudio histórico y documental sobre todo lo relativo a la comida de los peregrinos en los distintos itinerarios santiagueños, basado en los relatos de viajeros de toda Europa que han transitado por las rutas de peregrinación desde la Edad Media a nuestros días, en otros documentos históricos y en testimonios del arte.

En el mismo se analizan aspectos como la acogida al viajero, el utillaje y la urbanidad en la mesa, los alimentos consumidos, la preparación de los mismos, etc. Para ello se recurre a documentos y escritos de distintas épocas y países, desde el Códice Calixtino a los testimonios de autores como Hermann Künig, Jerónimo Münzer, Leo von Rozmithal, Laffi, Albani, Naia, Cosme III de Medici, Guillaume Manier… o incluso viajeros románticos que transitaron por la vía compostelana como el barón Davillier.

A lo largo de la obra aparecen las distintas tipologías de viajeros y centros de atención, los usos en materia de cubiertos, las distintas bebidas, el pan, el vino, los preparados culinarios, los caldos y pucheros, las carnes, los quesos, los pescados, dulces y postres… para finalizar con un capítulo dedicado a las características específicas de los distintos territorios.

gastronomía de la peregrinación, el cochinillo, típico en Castilla

La gastronomía de la peregrinación siempre tuvo que contar con los productos de la tierra. Última Cena, de Gil de Siloé, en la Cartuja de Miraflores (Burgos), con una comida tradicional de la zona, el cochinillo. Imagen de Tomás Alvarez

La riqueza de datos gastronómicos sobre Burgos

Entre los ámbitos analizados figura el relativo a Burgos y su entorno; uno de los nudos clave de los itinerarios santiagueños seguidos por muchos de los grandes autores de literatura odepórica.

De los centros de atención de todos los caminos de peregrinación de Europa, el más alabado es el Hospital del Rey; “realmente para reyes” según lo califica Giacomo Antonio Naia, uno de los mejores autores de literatura gastronómica del Camino. Naia, además, deja una extraordinaria referencia a las comidas en los días de Navidad, donde disfrutó de excelente carnero y bacalao y alabó las calidades de diferentes alimentos, en los conventos de San Agustín y de los padres de la Merced.

Son numerosas las citas a la caridad y abundancia en la atención alimenticia en Burgos y su entorno; aunque también hay testimonios de austeridad. Entre ellos, el del clérigo Domenico Laffi, otro de los grandes autores, quien alude a la dureza de su paso por Hontanas. Allí, el viajero tuvo que conformarse con un trozo de pan con ajo que le proporcionaron unos peregrinos alemanes. En este recorrido, el relato de Laffi aporta además al lector una extraordinaria descripción de la incidencia de una plaga de langostas en el viaje y en la alimentación del peregrino.

El autor del libro

Tomás Alvarez nació en Villamejil (León) en 1948 y estudió en Madrid Periodismo y Ciencias Políticas. Trabajó desde joven en la agencia EFE, donde fue responsable de Economía y de Reportajes y director en Argentina. También fue director del diario Mediterráneo, y directivo de la Radio Televisión Valenciana. En el ámbito institucional, ha sido Director General en la Generalitat Valenciana y responsable de Comunicación del Ministerio de Administraciones Públicas.

Este autor ha publicado diversos libros de novela y relatos; así como ensayos, sobre Historia, Arte y Comunicación. Entre ellos están también El Camino de Santiago para paganos y escépticos, El Camino de Künig a Compostela; y una obra sobre la gastronomía cervantina: Cosas de la bucólica. La gastronomía en el Quijote.