Por Tomás Álvarez.

En medio del valle leonés del río Tuerto, a doce kilómetros al norte de Astorga, se halla la localidad de Villamejil, con algo más de cien habitantes, pero con una historia que se remonta a la romanidad.

Los documentos altomedievales lo identifican como Villa Megiti, Mexiti y Mexito, lo que da a entender que en origen fue una villa romana, Villa de Megisto.

villamejil en la Cepeda, León

Villamejil, en medio del valle del río Tuerto, en el corazón de la comarca de la Cepeda. Imagen de Tomás Alvarez

En el camino de Künig

Ya en el final del siglo XV, el monje alemán Hermann Künig von Vach tuvo que pasar por el lugar o por su entorno. El monje publicó en 1495, en Estrasburgo, una guía del Camino de Santiago; en ella recomendó una vía para superar los montes de León sin subir montañas. Desde León, esta avanza por Santa Marina del Rey y deja Astorga a 3 leguas al sur: unos 12,5 Kilómetros.

El camino del monje continúa hacia el paso de BrañuelasCerezal de Tremor, prosiguiendo hacia el oeste para alcanzar Ponferrada.  Se trata –según escribió- de una vía segura, con numerosos pueblos en los que se atiende al peregrino con vino y pan.

Villamejil nunca fue un lugar de gran población. En la Relación de vecindad de los reinos de Castilla la Vieja, Asturias, León y Galicia, realizada por la Corona al finalizar el siglo XVI, para organizar el repartimiento impositivo, se contabilizaron 31 vecinos; de ellos 23 pecheros, 7 hidalgos y 1 clérigo.

Datos del pasado

El Catastro del marqués de la Ensenada, de mediados del XVIII, nos muestra el siguiente panorama del lugar:

Villamejil está bajo el señorío de la marquesa de Astorga, que percibe 304 reales anuales por alcabalas enajenadas de la Real Corona, en virtud de “no saben qué título”. Hay en el lugar terreno de praderías, ferreñales y tierra montuosa, de primera a tercera calidad, principalmente secano; apenas hay árboles de utilidad, y se recoge ferraina, centeno y hierba.

Se pagan al cura diezmos y primicias, así como voto de Santiago. Los diezmos mayores ascienden a 30 cargas de centeno y 3 carros de hierba; los diezmos menores a 20 cabritos y corderos, cuatro arrobas de lana, miel, cera, etc. Las primicias eran 16 cuartales de centeno, lo mismo que el voto a Santiago.

San benito románico de villamejil

Reproducción del San Benito románico de Villamejil, el original está en depósito en el Palacio de Gaudí –Museo de los Caminos de Astorga. Imagen de Tomás Alvarez

En el lugar existen tres molinos harineros de una piedra, algunas colmenas, yeguas, vacas, terneros, bueyes de labranza y ganado ovino y caprino. El Común apenas tiene gastos. Paga a las Arcas Reales de León 134 reales por derecho de millones, 37 reales por cientos y 8 más por otro concepto ilegible. Existen en el lugar 29 casas habitables, para 26 vecinos, incluyendo seis viudas. Hay una taberna, un sastre, un herrero y un párroco.

Datos del Diccionario de Madoz

En el siglo XIX, el Diccionario Geográfico de Madoz nos muestra un lugar en crecimiento, enclavado en el ayuntamiento de Magaz: “…en la marg. izq. del río Tuerto, que la circunda por el O.; su CLIMA es bastante sano. Tiene 40 CASAS, escuela de primeras letras. Igl. anejo de Cogorderos dedicada a San Benito, y servida por un coadjutor, y buenas aguas potables. Confina con la matriz, Castrillos y Revilla. El TERRENO es de mediana calidad, y le fertilizan algún tanto las aguas del sobrante de las de Castrillos. PROD,: granos, legumbres, lino, frutas, cáñamo y pastos; cría ganados y alguna caza y pesca. POBL.: 40 vec. 167 alm. CONTR.: con el ayunt.”

En 1888, el territorio de la comarca (La Cepeda) se dividió en una nueva estructura administrativa. Los ayuntamientos se organizaron en un tamaño menor, dotándolos de cierta identidad geográfica. Sueros, Castrillos, Villamejil, Cogorderos, Fontoria, Quintana de Fon y Revilla pasaron a integrar un nuevo municipio con capitalidad en Villamejil. En el conjunto de los siete pueblos habitan unas 700 personas; 122 de ellas residentes en Villamejil.

crucero de villamejil

Crucero de Villamejil, León, en el paisaje otoñal. Imagen de Tomás Alvarez.

Villamejil y su espacio geográfico

El lugar se halla en la ribera del río Tuerto, en un territorio ameno, a 912 metros de altitud. El valle está ocupado por bosques y cultivos de regadío: maíz, patata, leguminosas, cereales, remolacha, etc. A un lado y otro, las laderas del monte están cubiertas de robles, castaños y pinares, con espacios de retama, que se colorean de amarillo en la primavera. El clima es frío en invierno y suave en el resto del año.

La edificación tradicional es la casa cuadrada con patio central y cubierta de teja o pizarra. Las construcciones se hallan desperdigadas entre huertos de frutales o  cultivos para el consumo del hogar, tales como tomates, pimientos, judías, etc.

La zona más conocida del lugar es el entorno del río, donde se halla el camping Reino de León y otros espacios de ocio, entre ellos una zona de baños.

El edificio más emblemático es el templo parroquial, de airosa espadaña neomudéjar. En el interior, el retablo barroco está siendo restaurado. Se trata de un bello ejemplar que lleva el distintivo de la Orden de los Hospitalarios de San Juan de Jerusalén. En el exterior, aparece una copia en piedra de la estatua románica de San Benito, el original ahora está en depósito en el Palacio de Gaudí-Museo de los Caminos de Astorga.

Esparcidos por el lugar se hallan diversos elementos que dan color a las calles; entre ellos un crucero, de final del siglo XX, realizado por el cantero astorgano Abel Sierra; a su lado está el antiguo cementerio, hecho con piedra proveniente de un antiguo monasterio.

Mirador de Künig

Fuera del casco urbano, en el antiguo camino de Benavides, se encuentra un mirador dedicado a Hermann Künig. Desde él se contempla lo que el monje alemán calificó como el paso de los Montes de León “sin subir montañas”.

mirador de Künig

Villamejil. Un mirador, en las afueras, muestra el espacio por el que Künig salvó los Montes de León sin subir montañas. Imagen de Tomás Alvarez

Buena zona para hacer paseos y cicloturismo, combinando valle y monte. A unos cinco kilómetros del lugar se halla el lago artificial, de San Vicente. Es un espacio muy ameno, salvo en estío, cuando la presencia de abundantes visitantes asusta a la fauna y deteriora el medio ambiente. Toda la comarca es interesante por la riqueza de su ecosistema. Pequeños cérvidos, jabalíes, lobos, zorros y ocasionalmente osos aparecen por sus montes. Entre los pájaros de la zona, un gran elenco de aves de ribera, así como águilas, perdices y urogallos.

Además del camping Reino de León, en Villamejil hay casas rurales, bares y gasolinera con tienda. Buena gastronomía, en la que confluyen las influencias del interior con las de Galicia. Excelente la carne de la zona y famosa desde el pasado su miel de brezo.